miércoles, 28 de diciembre de 2011

El sentido de la Reinserción en un proceso de rehabilitación en toxicomanías


06 - 08 - 2009 Cuevas de Sara
Alguien dijo una vez:
 " El espíritu de la reinserción no es el aislamiento, sí es la confianza".
(Dicha en un contexto de rehabilitación de toxicómanos en Proyecto Hombre de Gipuzkoa).

Parece mentira, cómo en una frase tan pequeña, se puede decir tanto. Reinserción, aislamiento, confianza.

Con esta frase, se intenta definir lo que es la Reinserción. Como su propia palabra ya nos dice, reinsertarse es volver a entrar. No es sumarse a algo, sino incorporarse en medio de; introducirse, insertar, como una cuña en medio de algo que, en este caso, sería la familia, el mundo laboral y/o la sociedad. Implica a la persona en proceso y a su entorno, donde se volverá a insertar. Es un encuentro que implica a ambas partes, que exige e implica ambas partes.

Confianza. Parece claro y natural que para avanzar en un proceso personal necesitamos confianza, en nuestro entorno al que queremos volver, introducirnos; y como no, en nosotros mismos. Pero la confianza no es fácil. La "con - fianza", viene a decirnos que se trata de tener conseguida una fianza, un rédito, un cúmulo de acciones para que ese entorno al que nos insertamos pueda darnos el permiso de volver. No se puede insertar desde el principio del proceso, se necesita haber dado pasos que permitan ser merecedor de esa fianza,  de esa confianza.

La otra palabra importante de la frase es Aislamiento. Parece claro que la soledad, el aislarse, es negativo en una vuelta a la sociedad. Sería justo lo contrario lo correcto. Pero si nos fijamos bien en la "afortunada frase" el término aislar está entre el "No" y el "Si". Ambas parecen que escoltan a la palabra aislar. Le da un carácter ambiguo, si se me permite forzar el sentido de la frase. El "No" nos dice que tenemos que decir No en la vida. Tenemos que saber poner límites en nuestra relación con la sociedad. Y saber reconocer los límites que nos pone la propia sociedad, para respetarlos. Eso marca una buena inserción social. Pero también tenemos que saber decir "", si queremos vivir con cierta armonía, a la vida le debemos decir sí. En nuestra relación con el mundo saber decir "" es una necesidad que no siempre sabemos hacer correctamente. Tanto el como el No escoltan al término Aislar. Aislarse parce que que nos lleva al término Isla. La frase nos previene de no quedarnos cómo náufragos en islas, si isla significa soledad.

Sin embargo necesitamos de "Islas", para protegernos. En Reiserción buscar y tener buenas islas nos ayudan a seguir creciendo. La familia, el grupo de terapia, los amigos. En la sociedad necesitamos de islas que nos protegan del día a día. Para establecer una buena comunión con la sociedad, con el mundo, necesitamos decirle No y Sí y saber implicarnos con el mundo aportando y saber establecer nuestras islas para protegernos, para cuidarnos. Necesitamos establecer diferentes círculos de mini sociedades, islas que nos den identidad propia. Pero es verdad, sin caer en "aislamientos", que nos lleven a guetos enfermizos, sectas o ideologías reducionistas, que nos hacen perder la perspectiva de que también pertenecemos a un mundo más global en el cual tenemos una responsabilidad.

Hemos analizado el sentido de los términos "Reinserción", "Confianza", "No", "Si" y "Aislamiento". Pero todos estas "piezas" del puzzle, no tendrían suficiente fuerza, a pesar del peso que ya hemos señalado. El proceso de una persona en el momento de la Reinserción podría fracasar. Se nos olvida un concepto más que la frase nos da. Posiblemente el más importante. "El Alma".

Parecía que lo que queríamos definir era solamente la Reinsercíón. Pero el término "Alma" nos da una dimensíón particular a toda la frase. No en vano, encabeza la frase. El concepto de alma podría llevarnos a diferentes significados y por ello tomar diferentes sentidos nuesta frase. El término alma, como el de espíritu, nos lleva a significados de misterio,  de lo oculto. Es un concepto un tanto etéreo, misterioso. "Los espíritus de la noche". Provocaría cierto temor, sería algo oscuro, incluso mágico.
Otra forma de entender el término espíritu sería en el terreno religioso. "El espíritu, el alma, que se úne a Dios".

No nos interesaría ninguna de las dos. Me refiero a Espíritu cómo la sustancia, el significado de los hechos, de la cosas, de las personas. El alma, el sentido de la Reinserción sería descubrir su significado. El "para qué" reinsertarse. No se trata solamente, de saber dar y recibir confianza; de saber decir, sí y no; y de poner límites; ni de saber protegerse en las islas sin caer en la soledad. Todo esto está bien siempre y cuando se dé respuesta al hecho en sí de reinsertarse. De encontrarle un sentido a insertarse en la sociedad que estoy construyendo y me toca vivir. El espíritu sería la masa que úne los demás conceptos y da forma al proceso personal de recuperación Sin tener en cuenta esto, tanto los terapeutas, como los protagonistas de un proceso de Reinserción, no tendríamos éxito en el camino de la reinserción.

jueves, 6 de octubre de 2011

"Afrontando las crisis: Perspectiva personal e institucional"

XVª Jornadas-Encuentro de la Asociación Española de logoterapia (AESLO).

El 14, 15 y 16 de Octubre, en la bonita ciudad de Donostia, vamos a poder disfrutar de esta 15ª edición. Como siempre, buenos ponentes, con buenos temas.
Gerónimo Acevedo; Oscar Oro; Mª Ángeles Noblejas; Xoxe Manuel Domínguez. Son solamente una pequeña muestra de la calidad de los ponentes.

La crisis y el sentido, analizados desde todos los ámbitos. Las instituciones, la juventud, la vejez, la actitud optimista, el buen humor, el encuentro digital, la espiritualidad, la escucha...
Palabras clave para un congreso que quiere apuntar alto en tiempos bajos.

Ponentes, como Mariano Betés; Francisco Gallego; Joaquín García; Antón Negro; Maribel Rodríguez y José Antonio Vázquez, completarían el plantel de intervenciones. Una oportunidad para ver riqueza intelectual y riqueza cultural en Donostia - San Sebastián, visitar la ciudad, sus riquezas culturales, gastronómicas y de sus personas.

Simplemente invitaros a clicar en la página de AESLO y realizar la inscripción.

domingo, 14 de agosto de 2011

Violencia en Londres

2008/ 07/19 Kenia


Estos días nos estamos despertando con titulares como:

"Richard Mannington Bowes se convirtió en un nuevo símbolo de los disturbios de la última semana."
"Unos 16.000 agentes patrullan la capital británica para responder a la ola de violencia. Ya hay 1.600 detenidos en todo el país."

Ya hemos llegado a la 5ª víctima en los disturbios de Londres. ¿Qué está pasando?.

No se trata de una respuesta ante una actuación policial, como algunos medios, en los primeros días, nos querían describir. No, no podemos ser tan simples como para creernos tan simple explicación. Sin entrar a valorar la actuación de la policía, me parece más preocupante lo que está pasando en nuestra sociedad.

En mi artículo "Violencia y Agresividad" de este Blog, del 17/08/10, dedicaba unas líneas a la violencia. Reflexionaba sobre la "Triada Trágica" de nuestra época. En el artículo "El Jardín de la Paz", del 24/11/10. Hablaba del sufrimiento por violencia y la ceguera social ante ella.

Primero fue Francia, hace ahora algunos años, en el invierno del 2005. Ahora es Londres. Están "Los indignados de Madrid" y resto de España. Quizás la respuesta no es la misma. Los de España han sabido respetar unos límites de protesta, pero está la sociedad diciéndonos algo y es nuestro deber saber escucharla. Algunos dirigentes políticos europeos (españoles, escoceses,...), nos quieren hacer creer que los hechos ocurridos en Londres es algo local. No nos engañemos. En Europa está pasando algo, hace muchos años. La violencia está cada vez más presente en nuestras vidas y miramos a otro lado. Posiciones de no reconocimiento del sufrimiento, como el que aún, actualmente, agentes políticos y sociales del País Vasco, se niegan a reconocer a las víctimas de ETA.

Estamos viviendo entre violencias gratuitas y justificadas por "la crisis", "la injusticia del capitalismo", "la incompetencia de nuestros gobernantes", "el despotismo de los banqueros"... Y terminamos colocándonos en la "Historia de nuestro Mundo" como meras marionetas, permitiéndonos ser dirigidos. Somos responsables de lo que nos pasa y de las preguntas que nos plantea el mundo. No podemos cerrar los ojos a lo que pasa a nuestro alrededor. La violencia está demasiado presente y demasiado permitida.

Recordemos "La triada Trágica" de nuestro tiempo, los tres grandes males de este siglo: "La soledad", "Las adiciones" y "La violencia". Muestras claras de la verdadera Crisis de nuestra sociedad. Una crisis de Sentido. Nos encontramos ante un fuerte vacío existencial que nos ciega ante posibles salidas a nuestras vidas, a nuestra sociedad. Solamente desde un fuerte sentimiento de desesperanza en "Las Personas", pueden ocurrir episodios como el del joven de Londres, que después de ser agredido y mientras le atienden para "socorrerle" le están robando. La falta de sentido, la desesperanza, saca de nosotros lo más miserable.

Tenemos que adoptar una actitud activa ante la violencia, ese es nuestro deber ante el mundo, nuestra responsabilidad.

domingo, 24 de julio de 2011

Responsabilidad


Respeto a uno mismo y a los otros. La Responsabilidad nos exige ser respetuosos. Nos compromete al respeto. Respeto antes nosotros mismos, nuestros valores, nuestro estilo de vida. Siendo coherentes con lo que queremos, con lo que es importante para nosotros. Respeto ante el valor de las personas. La Responsabilidad nos exige respeto.

Esperanza. Si somos responsables es porque tenemos esperanza. Esperanza ante algo, alguien que nos da respeto. Somos responsables porque vemos algo más allá. Tenemos anhelo de algo. Esperamos algo y nos responsabilizamos. Merece la pena ser responsables. Si no sintiéramos "para qué" ser responsables, dejaríamos de serlo. 
Para ser más nosotros, para encontrarnos con el otro... Porque veo, siento que me acerca al otro. Que existe la posibilidad, puede "ser" y tengo esperanza  de que "sea" y me responsabilizo de este sentimiento.
Salud. Que sería el respeto sin la propia salud. No la salud ya obtenida, sino la salud como valor. Me cuido, responsabilizo de mí, para poder responsabilizarme de otras cosas, de otros. Si no soy capaz de responsabilizarme de mí, en lo más básico, mi salud; cómo responsabilizarme de otras cosas. No tendría sentido. Si me descuido, descuido al "otro".
Persona como ser único e irrepetible. Con todo el valor que la unicidad da a lo exclusivo. Soy persona pues soy único y como tal valioso, solamente por el hecho de existir. Pero el "otro" en su misma esencia es única e irrepetible, por ello tan valioso; también por el mismo hecho de su existencia. Debo todo el respeto a la persona, se lo merece.
El Otro en el marco del encuentro con mi persona. Encuentro de dos personas, en el que el "otro" juega un papel transcendental en mi existencia. Da sentido a mi espera, a mi Responsabilidad. Transciendo al "otro" con esperanza de encontrarlo. Con respeto lo valoro y nos enriquecemos ambos. Da sentido a la existencia en la transcendencia del encuentro.
No. Posiblemente el primer concepto que aprendemos cuando somos bebés. Al asumirlo, nos reafirmamos y nos descubrimos en nuestra identidad. Diferenciamos el exterior de nosotros. Identificamos con el "no" al mundo. El mundo está ahí y yo aquí. Le pongo límite. Identifico mi primer límite. Mi identidad ante el resto del mundo. El ser responsable me exige identificar los límites y saber poner límites al mundo, al otro. Soy una persona "en el mundo" y "con el mundo", pero sin perder mi identidad. Conocedor de los límites y siendo responsable ante ellos.
Sentido. Responsabilidad sin sentido. Eje central de nuestras vidas, de nuestra existencia. El sentido, el "para qué". Ser responsable, cuidar de nuestra salud, poner límites, mirar al otro. Si no le encontramos un "para qué", si no le encontramos un sentido, serán gestos, acciones vacías. Nuestra vida queda gris, hará "crac".
Es voluntad de sentido, necesidad de encontrar respuestas a las preguntas que nos plantea la vida. Significa de responsabilizarme de mi vida. Ser activo en mi vida, protagonista. De tener una actitud de continua búsqueda.
Asertividad. La Responsabilidad en el encuentro con el "otro" me exige. Me exige una actitud de escucha, de aceptación y de confrontación. Aceptando su individualidad y la mía. No enfrentadas sino encontrándose, sumándose en respeto. Siendo asertivo, facilitador, entre dos Personas con mayúscula. Sería un encuentro de dos incógnitas, X - Y. Ambas pueden aprender, ambas pueden dar y recibir.
Balanza. De equilibrio, de respeto entre las diferentes partes. Respeto entre dos personas que se establece en el equilibrio de entender a la Persona como un ser único. Con toda la riqueza de la unicidad. Indivisible como ser biológico, psicológico, social y espiritual. Es en la totalidad de todas sus dimensiones donde está el "todo" de la persona. 
Ilusión, como reflejo de esperanza, de la puerta abierta del futuro. Asumo mi Responsabilidad con ilusión de poder hacer algo, de llegar a algo, de acercarme a lo que me ilusiona, al objetivo que le da sentido a mi vida.
Libertad. Siempre hay libertad. No total, pero siempre tenemos un grado de libertad que necesitamos identificar. Libertad de decidir, de tomar una postura ante la vida. Libertad de ejercer mis valores creativos, vivenciales y de actitud. Libertad de Voluntad. Pero libertad siempre unida a Responsabilidad. Ejercer de mi libertad con Responsabilidad. En coherencia, en equilibrio con mis valores, conectado al mundo. Desde mi realidad. Tomando mi postura ante las preguntas de la vida, dándoles respuesta, con la libertad que tengo, desde la Responsabilidad de poder decidir con sentido.
Integridad de Persona. Coherente con lo que digo, con lo que decido, con lo que hago. Íntegro en mis valores, en equilibrio con mi estilo de vida, con mi Sentido de Vida.
Dar para encontrarnos con el otro, con el mundo. Ejercer de mi libertad con Responsabilidad para terminar encontrándome con el "otro", con el mundo. La Transcendencia como valor último que me impulsa al mundo. Mi sentido de vida, debe llevarme a transcender. Ese es el camino.
Adaptación, como "ser en el mundo". No puedo vivir de espaldas al mundo. Soy persona, me reafirmo en el "Yo". Me descubro en mi "Yo", desde el descubrimiento del "Tú". Desde que me descubro en relación al mundo.
Desde que me reconozco como "ser en el mundo", en Responsabilidad, con mi existencia y "con el mundo".
Decisión. Responsabilidad como valor, pero también, como una postura ante la vida. Como un acto de voluntad. Yo decido ser responsable. Depende de mí. Mi conciencia me dicta, me dice "lo que debo". Intuyo el camino y decido. En libertad, con responsabilidad y desde el sentido.

martes, 21 de junio de 2011

Logoterapia




“Explicaré a continuación por qué empleé el término ‘logoterapia’ para definir mi teoría. Logos es una palabra griega que equivale a ‘sentido’, ‘significado’ o ‘propósito’. La logoterapia o, como muchos autores la han llamado, ‘la tercera escuela vienesa de psicoterapia’, se centra en el significado de la existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre. De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle un sentido a su propia vida. Por eso hablo yo de voluntad de sentido, en contraste con el principio de placer (o, como también podríamos denominarlo, la voluntad de placer) en que se centra el psicoanálisis freudiano, y en contraste con la voluntad de poder que enfatiza la psicología de Adler.

La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una ‘racionalización secundaria’ de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido.”
(Viktor E. Frankl. 'El hombre en busca de sentido')

lunes, 2 de mayo de 2011

Soledad


“La máxima preocupación de los prisioneros se resumía en una pregunta: ¿Sobreviviremos al campo de concentración? De lo contrario, todos estos sufrimientos carecerían de sentido. La pregunta que a mí, personalmente, me angustiaba era otra: ¿Tiene algún sentido todo este sufrimiento, todas estas muertes? Si carecen de sentido, entonces tampoco lo tiene sobrevivir al internamiento. Una vida cuyo último y único sentido consistiera en superarla o sucumbir, una vida, por tanto, cuyo sentido dependiera, en última instancia, de la casualidad no merecería en absoluto la pena de ser vivida”

(Frankl, V. E. (1993) El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder)


“La máxima preocupación de los vecinos del barrio se resumía en una pregunta: ¿Sobreviviremos al salir del paro, de esta crisis, de esta miseria? De lo contrario, todos estos sufrimientos (deslocalización, explotación laboral...) carecerían de sentido. La pregunta que a mí, personalmente, me angustiaba era otra: ¿Tiene algún sentido todo este sufrimiento, todas estas muertes (drogas, violencias, soledad)? Si carecen de sentido, entonces tampoco lo tiene sobrevivir a esta época. Una vida cuyo último y único sentido consistiera en superarla o sucumbir, una vida, por tanto, cuyo sentido dependiera, en última instancia, de la casualidad no merecería en absoluto la pena de ser vivida”

martes, 5 de abril de 2011

Voluntad de sentido

El ser humano necesita experimentar que su vida tiene sentido y si no es así siente su existencia frustrada, puede caer en depresión y enfermedad o, cuanto menos, percibirse insignificante e inútil, sin saber para qué vivir y creyendo estar demás en la vida.

Por ello, la voluntad de sentido es el gozne sobre el que gira la acción Logoterapéutica, que pone de relieve la esencial trascendencia del hombre, su orientación fundamental hacia un sentido, contando con la libertad, responsabilidad y conciencia del hombre, para su decisión y actuación. De forma operativa, se define la voluntad de sentido como “aquello que se frustra en el hombre en el momento en que cae en el sentimiento de vacío y de falta de sentido (frustración existencial)”.
Llevar a cabo el sentido es lo que conduce al hombre a su autorrealización y a su felicidad. Lo que la persona busca no es tanto la felicidad en sí misma sino una razón, un fundamento, para ser feliz. Una vez que encuentra esa razón, la felicidad surge espontáneamente. Lo que el ser humano necesita no es tanto el placer como una orientación válida y adecuada hacia valores que realizar y significados que encontrar.

jueves, 17 de marzo de 2011

Vacío Existencial

Hoy ya no sufre el hombre tanto, como en tiempos de Freud, bajo la frustración sexual, sino bajo la frustración existencial. Hoy tampoco oprime tanto, como en época de Adler, el complejo de inferioridad, sino más bien un complejo de falta de sentido, acompañado de un vacío existencial.

A diferencia de los animales, al hombre no le dicta ningún instinto lo que “tiene que ser”, y a diferencia de los hombres de épocas pasadas, tampoco tiene tradiciones que le enseñen lo que ”debe ser”. Al parecer, ya ni siquiera sabe lo que “quiere ser”. Y ocurre así que o bien sólo quiere lo que otros hacen, y entonces nos hallamos ante el “conformismo”, o bien sólo hace lo que los otros quieren de él, y entonces nos enfrentamos con el “totalitarismo”.

Conformismo y Totalitarismo, son los dos embriones donde se genera el vacío existencial. No se trata solamente de opciones políticas. Partidos, gobiernos. Nos encontramos con estas formas de situarnos ante la vida, con la moda, en la familia con nuestros hijos, parejas, padres.

Nosotros decidimos que queremos en nuestras vidas y somos responsables de que colores vestirla.